"He visto más de lo que nadie piensa porque nadie me mira"

Un día creaste unos lazos que acabaron por destruirte, hoy te han atado contra tu voluntad y sin embargo eso te ha salvado la vida. Lograste sacar las balas que quedaban incrustadas en la boca de tu estómago desde ese primer asalto y te quedaron mil agujeros; deja de buscarlos, hace tiempo que ya no están ahí. La sangre abandonó su estancamiento, vuelve a correr cada vez más deprisa por tus venas y se amontona en tus muñecas, da color a tus mejillas, pero no con furia y egoísmo, la potencian todos esos pasos acompasados que ves al mirar a un lado. Ya no te hace escupir palabras de desprecio y liberación, te has acostumbrado a pronunciar frases de las que dan vida y no reniegas de todo aquello de lo que un día te reíste. Y aunque no te confías, confías. Te diste cuenta de que nadie es especialmente especial, tú tampoco, y que no hay nada de malo en ello. Lo importante eres tú y los que son ya parte de ti, para los que a la vez eres parte, y por tanto, importante. Ya tienes tu hallazgo. Súmale tu reinvención propia de cada mañana. Y sólo tendrás que aprender a olvidarte de tanto disfraz.