Así, como Dalí pintó a Anna María, me gustaba pasar las horas hace unos años. En la ventana con la mente en coma crítico, sin prestar atención a nada. Hoy que he escuchado cómo la lluvia golpeaba una vez más las losetas de mi calle, he vuelto a asomarme por ese pequeño agujero al mundo que sobrevive fuera de mi habitación.
La suciedad de la plaza.
Los gritos insoportables de niños insolentes.
El rugir de las motos de jóvenes irresponsables.
El chunda-chunda del equipo de música de un seat león amarillo.
Todo eso me ha parecido, por una vez, digno de contemplar...
Creo que forma parte de ese tipo de cosas que sólo pueden pasar un domingo.
La suciedad de la plaza.
Los gritos insoportables de niños insolentes.
El rugir de las motos de jóvenes irresponsables.
El chunda-chunda del equipo de música de un seat león amarillo.
Todo eso me ha parecido, por una vez, digno de contemplar...
Creo que forma parte de ese tipo de cosas que sólo pueden pasar un domingo.
4 comentarios:
DOMINGO...
sin más
el peor o el mejor dia de la semana según se mire.
y encima lluvia melancólica
pero en qué sentido son insolentes? ...mejor inocentes :P
jajaja no te equivoques, cuando se les ponen los huevos negros ya dejan de ser inocentes y pasan a ser insolentes... QUÉ SOEZ! (pero es verdad)
jajaja pero entonces ya no son niños!
no importa, yo pensaba que eran pequeñas criaturas sin pelos en...
lalala
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