jueves, 16 de junio de 2011

Nautilus.


Veinte años son, por lo visto, demasiados años para empezar a leer a Julio Verne. Sus libros están hechos para criaturas de trece años en los que se despierta el tierno deseo de convertirse en aventurero, viajar alrededor del mundo para batir el récord de Fogg, llevar algún día una barba parecida a ese señor de los dibujos que ilustran la historia, aparecer en el último capítulo de pronto y salvar al protagonista de una emboscada. No añoro a estas alturas, de esta casta, los sueños que se arrastran entre las pulcras páginas de esta edición especial de centenario que muy seguramente regalarían con algún periódico. No veré reflejada mi pretendidamente estudiada locura multipolar ni mis infames estrategias de psicología adversa (no inversa) en los monólogos inteligentes de una muchacha encantadora que encandile al protagonista, pues es bien sabido que los protagonistas de Verne no tienen la facultad humana de enamorarse. Y en razón a ello, no me toparé con calles cortadas disfrazadas de salidas de emergencia disfrazadas a su vez de emotivas historias perfectas que me retiren de la tierra y me arranquen del sueño por malgastar tantas horas en ensoñaciones que no, ya no me llevan a ninguna literatura que pueda valer de coartada, ni de escaparate, ni de salvavidas.

Y es por eso precisamente que por vez primera pongo un pie en el Nautilus; nunca es tarde.




A propósito de esto, recomiendo la lectura de este texto, porque de verdad merece la pena y seguramente a algunos de vosotros os arranque uno de esos dolores purificadores que tanto gustan ahí, a la altura del pecho.

14 comentarios:

Dorian dijo...

Para nada es tarde, si no mírame a mí, que con un año más se me ocurrió leer "Alicia en el País de las Maravillas" y aún no he regresado de allí. Además, nunca es tarde cuando quien debía estar esperándote acaba de llegar... a tus manos en este caso ;) disfrútalo.

Álvaro Ochoa dijo...

Julio Verne es un estafador.

marta pug dijo...

Nunca es tarde si la dicha es buena. Refranero popular y si lo dice él esque es verdad XD


Ya soy toda tuya ^^

Unknown dijo...

He estado leyendo la "Guía a tener en cuenta a la hora de ligar con chicas que leen o no", y he de reconocer que he disfrutado, pero, ¿las chicas que leen no van a los bares mugrientos y viceversa?

Irene Bebop dijo...

Pues no sé, no conozco estudios sobre la materia. Te puedo decir que yo leo un poco y sí que voy a bares mugrientos, los mismos bares mugrientos que tú conoces, porque tú también lees y en esto no hay distinciones de sexo/género/como se llame.

Su dijo...

Un vaso en alto por los bares mugrientos! Y por conocer hombres que lean!! Son como una especie obsoleta en estas latitudes!
Me ha gustado mucho tu bloG!

Unknown dijo...

Lo mejor son los bares mugrientos en los que se puede leer. Cuando se podía fumar en las cafeterías, eran mi lugar de lectura favorito.

Bubo dijo...

La ventaja de leer a Verne pronto es que los personajes te los imaginas tú. Después es imposible dejar de ver a Willy Fog como un inglés tipo David Niven o un león con melena para gente más joven.
Lo de la literatura juvenil es una patochada. Los buenos libros no tienen edad. Yo flipé con Doménica hace unos años. Y sigo descojonandome con el Pequeño Nicolas o Manolito Gafotas.

Bubo dijo...

Por cierto... putada gorda lo de no poder fumar en una esquina de un tugirio con un libro en la mano y el cigarro humeando en la mesa.

Taulmaril dijo...

Te espero en la sala de máquinas, donde están las pilas gigantes esas que describe el señor del bigote.

¿Verne? ¿Quién es ese? Yo hablaba de Nadie...

Si te han gustado las aventuras del Nautilus visita ciertas Montañas de la Locura de Lovecraft o el viaje de El Médico de Gordon. No tienen exactamente nada que ver.

PD: Buen texto el de tu enlace.

Irene Bebop dijo...

Perfecto, me apunto las recomendaciones. ¿Te conozco?

Taulmaril dijo...

Soy uno de los inexistentes chicos que leen y que además disfrutan de vez en cuando la vida de los que no leen. He introducido en mi vida chicas que leen y también chicas que no leen.


¡Soy un mero curioso! ¿Te parece?

Irene Bebop dijo...

Me parece perfecto. No estaría de más que nos ilustraras con tu experiencia para demostrar/refutar esas teorías sobre chicas que leen y chicas que no. Por simple curiosidad.

Taulmaril dijo...

No voy a demostrar/refutar nada, chica. Solo contaré un pedacito ínfimo de mi experiencia.

Haciendo balance he amado mucho mas a una chica que lee que a una que no lee. Y eso ha destrozado una época de mi vida, sumergido en la melancolía de color naranja, rojo y negro. Aunque en realidad lo prefiero así.

Quitando apelativos inconclusos, prefiero que la mujer sea sincera aunque duela. Y libre, con todo lo que conlleva. Solo le pido una cosita: que sepa apreciar los temas de Cole Porter.

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