Bla, bla, bla

"No hubo consuelo para Lady Drama"

Me sé virtudes que solo lo son para los demás, nunca para quien las porta. Por ejemplo la honestidad o la humildad y otras h, también las intercaladas. Son cosas sintómaticas del virus, ese en el que nadie cree. Abstrayendo, abstrayendo, puedes imaginarte el mundo como un escenario del Pacman. Laberíntico, sí; pero al final siempre llegas al mismo sitio y lo único que puedes hacer es pasarte la vida huyendo de los fantasmas que te persiguen. Lo de tomarse una pastilla y hacer desaparecer a los fantasmas mejor lo obviamos, porque me resulta demasiado yonki.

No volvería a darlo todo de mí. No volvería a regalar mis libros, a prestar mis canciones, a dejarme leer entera, por muy bonito que sea el momento epifánico de ser descubierta. Da igual. Ahora mismo hay poco que descubrir, ni pienso ni siento, sí padezco, pero resulta que en realidad soy una gran actriz y el show must go on. Quizás me pase como a Norma y cuando me canse de todo y me monte una fiesta solitaria de barbitúricos todos pensarán que la que ha muerto ha sido mi Marilyn de mercadillo y que nunca existió nada más. No es divertido, pero no tengo muchas opciones; en mi profunda megalomanía no hago más que hablar de mí, y sin embargo cómo es posible que nadie me reconozca.

El tiempo no dice nada ni pone a ninguna persona en ningún lugar. Sí se supone que cura. Y que aunque no lo parezca al final pasa, pero es lentísimo y no hay quien lo soporte. La paciencia sí es una virtud de las buenas, buenas, pero resulta que yo solo tengo virtudes de las malas.

Bla, bla, bla.